"Heritage" CD de Opeth

El resultado han sido diez composiciones que van a dejar boquiabierto a más de uno, para bien o para mal. Porque es de justicia avisar a todo aquél que espere una nueva dosis de agresividad metalera aderezada con pasajes más suaves y progresivos, que 'Heritage' no es ni más (ni menos) que un excelente álbum de rock progresivo. Nada de voces guturales, nada de rugientes guitarras procedente de un altavoz al diez. Podemos, por supuesto, buscar un precedente en aquél insigne 'Damnation' (2003), pero un hecho diferencial separa el álbum que hoy nos ocupa de aquel puntual remanso de paz: 'Heritage' no es un disco de temas lentos. La pasión, la potencia y la, por llamarla de algún modo, ”maldad sónica” características de Opeth siguen aquí, aunque expresadas a través de vías menos obvias. Más maduras y sutiles. Y como ejemplo, nada mejor que el tema que sigue a la pianística intro que da nombre al álbum, 'The Devil's Orchard': apasionante composición que incluye secciones que remiten incluso al rock de fusión, con una banda que se muestra mucho más comedida y elegante de lo que creía posible tras semejante cambio, sin excesos. El álbum, no obstante, no es perfecto y Mikael, que había obtenido hace tiempo el título de maestro a la hora de fusionar el metal más extremo con los sonidos progresivos, ha quedado un tanto desnudo a la hora de elaborar estos nuevos temas con un sabor tan clásico. No es su terreno y se nota, sobre todo en las partes y temas lentos (tramos de 'Nepenthe' y 'Haxprocess' sobre todo), en las que necesitaría estar arropado por músicos de más empaque y experiencia en el género, y que pueden llegar a hacerse algo monótonos, pero los temas más movidos, como la propia 'The Devil's Orchard', la genial y casi purpleliana 'Slither', el final de 'I Feel The Dark' o 'Famine', con ese sabor oriental (¿cómo puede una flauta sonar tan retorcida?) dejan el listón a la altura de lo esperado, así como 'Folklore', con un glorioso coda para recordar. La producción de Akerfeldt y la mezcla de Steven Wilson otorgan al álbum un alma pantanosa, espesa, reforzando la sensación ”retro” que deja la escucha del nuevo material. Ahora queda por definir es si éste es el principio de un nuevo camino para Opeth, o solo un álbum donde Mikael ha desahogado de forma puntual sus tendencias más clásicas. Lo único seguro es que 'Heritage' ya está aquí, y el viaje ha valido la pena.