Cosplay

El cosplay consiste en encarnar a un personaje de manga, anime o cómic. Sin embargo, desde hace algún tiempo también se utilizan como modelos cada vez más películas o héroes de juegos de ordenador. Los personajes deben imitarse con la mayor autenticidad posible a través de su vestuario y su comportamiento. No hay concesiones en cuanto a la idoneidad para el uso cotidiano o la comodidad, ya que el traje debe reflejar al personaje, y hacerlo con la mayor exactitud y el mayor número de facetas posibles. No sólo se construyen trajes con todo tipo de artilugios electrónicos como iluminación, monitores, altavoces o incluso extremidades móviles, sino que también se ensayan coreografías y patrones de movimiento.


A diferencia de muchas escenas japonesas, que se limitan a ser tendencias de moda, detrás del cosplay hay una subcultura. En Japón, esto llega tan lejos que los cosplayers famosos, que a menudo ganan premios por sus disfraces en eventos relevantes, venden sus propias "idol cards". Se trata de tarjetas coleccionables de cosplayers y sus distintos atuendos, que los fans quieren que les firmen en los eventos.


En estos eventos se compite principalmente por el mejor disfraz o el más acertado. Se juzga en categorías como "parecido con el original", "estilo y producción del atuendo", "presentación del personaje", "popularidad del público" o incluso "concepto general del grupo" si imitas a toda una colección de personajes de una película o anime en particular junto con otros cosplayers. El mayor evento mundial, la "Cumbre Mundial del Cosplay", está organizado por la televisión japonesa y atrae a decenas de miles de participantes de todo el mundo. En este país también se están desarrollando eventos similares. Concursos similares se celebran en las ComicCons, que tienen lugar en Stuttgart, por ejemplo. La escena gótica está sintiendo los efectos de esta tendencia porque la generación más joven está adoptando atuendos del cosplay en la escena negra.