Fotografía

A la sociedad normal le encantan los paisajes bonitos, la gente alegre, los edificios magníficos y el tiempo soleado. Los góticos, en cambio, hacen fotos completamente distintas. Se han dedicado a la fugacidad y buscan sus motivos fotográficos en cementerios, lugares perdidos y localizaciones decadentes. Los lugares perdidos son, por ejemplo, viejos edificios industriales, ciudades fantasma o casas vacías. Los castillos solitarios, los viejos monasterios o las ruinas también son excelentes motivos fotográficos para la escena negra. Algunos fotógrafos de escena incluso planean sus vacaciones en torno a su pasión por la fotografía. Por ejemplo, viajan a Chernóbil, donde en 1986 explotó un reactor de la central nuclear. Algunas partes de la antigua zona siniestrada siguen teniendo el mismo aspecto que cuando la gente abandonó sus hogares para siempre.


La soledad de los Lugares Perdidos se complementa con la atención prestada a los Lugares Podridos. Los motivos muestran detalles destruidos, sucios o ruinosos y tematizan así la fugacidad. Los cementerios encarnan la melancolía, y se echa un vistazo a las historias del pasado. Soledad, fugacidad, melancolía: las fotos resultantes acaban en carteles y vallas publicitarias o en exposiciones. Las exposiciones fotográficas forman parte del programa de apoyo habitual de muchos grandes festivales góticos. Otro tema importante en la escena negra es la fotografía de personas. También aquí se prefieren naturalmente las poses melancólicas e introvertidas a "sonreír a la cámara". Uno de los fotógrafos más conocidos es Marcus Rietzsch, que todos los años publica una lustrosa revista con sus impresiones sobre el WGT.