A primera vista, el teatro y los musicales no parecen tener mucho que ver con la escena gótica, aunque a menudo se afirma que los seguidores de esta subcultura llevan "disfraces". Pero no es así. También llevan sus llamativos atuendos -si es posible- en la vida cotidiana. Sin embargo, el teatro y los musicales figuran entre las actividades de ocio preferidas de los góticos. Como en otras formas de arte, lo abismal, lo fantástico y lo oscuro suelen representarse en el escenario. La batalla entre el bien y el mal también es un tema presente en muchos guiones.
Por eso no es de extrañar que las representaciones teatrales también formen parte del programa de apoyo de grandes festivales como el Wave Gotik Treffen de Leipzig. Cuanto más místico, espeluznante e inexplicable es sobre el escenario, más gusta a los "niños de la noche". Los clásicos como "Carmilla" o "La danza de los vampiros" son, por supuesto, especialmente populares, pero los nuevos autores y los pequeños conjuntos también tienen su oportunidad. Y si la representación teatral tiene lugar en una cueva, como las grutas de estalactitas de las montañas de Harz, entonces el corazón gótico late más deprisa. Los románticos negros se visten naturalmente de forma apropiada para una visita al teatro. Los demás se lanzan temporalmente al "vestidito negro".
