IRON MAIDEN. QUE RABIA VERLOS TAN TARDE EN UN ESTADIO EN ESPAÑA.

Cuando alguien ya entrado en años puede rebobinar su cerebro y recordar casi todas las giras con las que IRON MAIDEN han pasado por España te das cuenta de la rabia como fan que sientes al verlos por fin en un estadio en nuestro país.

Desde aquella gira de “The Beast On The Road” con la que se estrenaron en nuestro territorio los hemos visto de todas las maneras posibles. En pabellones en los 80’s llenos de humo y encharcados de cerveza derramada. Sudando como locos en los 90’s con las chaquetas perfecto bien apretadas y tostándonos al sol en los 00’s en cualquier festival que se terciase a programar un día de heavy metal. Pero para ser honestos digamos que IRON MAIDEN con los años se ha convertido en algo más que una banda de rock, algo más que una simple mascota que llama la atención prodigiosamente en sus portadas de discos, en algo más que unas letras reconocibles tanto en tipografía como en color.

No hay banda que aporte a sus conciertos más camisetas propias que IRON MAIDEN. Y los años les ha hecho que por los escupideros de cualquier sitio donde toquen se conviertan en un rio de generaciones que, como herencia familiar, religiosamente hay que asistir a ver la banda que puso banda sonora original a cientos de familias, a cientos de adolescentes y sigue poniendo a cientos de fans ya en su madurez.

IRON MAIDEN van cuesta abajo (entiéndase por edad), sin frenos y sin necesidad de retrovisores porque no necesitan mirar atrás a ver quien les acecha de cerca. Sencillamente porque no hay banda de Heavy Metal que sea capaz ni siquiera de inhalar de muy lejos los gases de su tubo de escape. Es cierto que no son los estresados del WORLD SLAVERY TOUR a nivel dinámico, ni los virtuosos del SOMEWHERE ON TOUR a nivel musical, pero IRON MAIDEN han sabido adaptarse a sus capacidades y gira tras gira han acondicionado su show a lo que son capaces de ofrecer, y a día de hoy, siguen ofreciendo lo que son, sencillamente IRON MAIDEN. La punta del iceberg de aquello que se llamó la New Wave Of The British Heavy Metal en los 80’s y a cuya corona siguen agarrados cuarenta años después.

Llenar un estadio en España fuera de súper estrellas mediáticas de cualquier estilo musical es arduo difícil por no decir imposible. IRON MAIDEN tuvo en su momento la duda de seguir como hasta ahora o dar un salto cualitativo hacia ese rellano al final de la escalera musical donde solo los mejores miran hacia abajo. Y rechazaron quizás una jugosa suma de conciertos por festivales y grandes recintos en busca de romper ese techo de metal que se le resistía bien por esa inseguridad al éxito, bien por falta de un promotor que se atreviera a presentar una propuesta quizás más jugosa a nivel emocional que económica. Un salto al vacío de la banda cogidos de la mano de la promotora sin saber que como Icarus tenían alas.

30.000 entradas en 6h fue la explosión de esa bomba de racimo que convirtió por fin un concierto de IRON MAIDEN en España en un evento musical de la magnitud de monstruos como The Rolling Stones, AC/DC, U2 y pocos más. Una detonación justo el fin de semana más rockero de la historia de España y que a su digamos show, digamos llegada, le afectó tan poco que la única duda recae en saber si sin tanta oferta hubieran sido capaces de repetir plaza 24h después.

Da igual que oigas por veinteava vez “Doctor, Doctor” de UFO como intro. Como el sonido de los antiguos routers al conectarse te abraza esa sensación de que algo bueno vas a encontrar al final del último pitido. Da igual que por enésima vez la estructura del escenario sea la misma que gira tras gira han sacado con diferente atrezzo, son IRON MAIDEN y sabes qué te vas a encontrar.

ACES HIGH con su avión, WHERE EAGLES DARE con ese entorno de alta montaña, 2MINUTES TO MIDNIGHT, THE CLANSMAN y su grito de freedom que nos liberaliza a todos en un éxtasis gutural en busca de las propias libertades de cada uno. THE TROOPER, el himno Maiden por excelencia y con la primera aparición de Eddie sobre el escenario.

Con REVELATIONS vemos la primera novedad, desaparece el tematizado bélico para dar paso a un entorno litúrgico con las vitrinas Maiden de majestuoso decorado. FOR THE GREATER GOOD OF GOD, THE WICKER MAN y SIGN OF THE CROSS sigue la línea marcada y no es hasta FLIGH OF ICARUS donde se reactiva la esencia ochentera Maiden con un Bruce lanzallamas en mano haciendo un guiño a ciertos alemanes.

FEAR OF THE DARK es otro de esos temas que hace corear ese miedo a una oscuridad que nos atrae hacia la luz musical del escenario que tenemos enfrente. THE NUMBER OF THE BEAST nos envía directamente al infierno como ante sala de IRON MAIDEN y EDDIE coronando el escenario fiel anunciador que todo está llegando a su fin.

THE EVIL THAT MEN DO, HALLOWED BE THY NAME y RUN TO THE HILLS ponen fin a un set list del “LEGACY OF THE BEAST TOUR” pensado para de puntillas repasar cierta parte de la historia de la banda en un intento de contentar no solo a la mayor parte de sus fans, sino de no defraudar a cada una de las distintas generaciones de fans.

Por fin IRON MAIDEN han llenado un estadio en España y con ello quizás no solo hayan alcanzado el status que hace años se merecían en un mercado proclive para ellos eternamente pero estancado en un número concreto de fans. Quizás haya un antes y un después tras el llenazo del Wanda, quizás la industria musical de este país vire más hacia la calidad que hacia la cantidad. Quizás ahora se entienda por qué bandas como AC/DC o METALLICA no hagan festivales, porque sencillamente por números y afluencia, ellos son el festival. Y sin lugar a dudas IRON MAIDEN han sido el festival del verano en España contra todo pronóstico.

Dave y Adrian quizás no estén musicalmente como hace 20 años (de hecho algunos temas han sido quitados del set list original), quizás la presencia de Janick siga sorprendiendo a algunos, o quizás algunos apreciemos que Nicko será el eslabón que primero se rompa de esta cadena musical perfecta llamada IRON MAIDEN. Pero es de agradecer su supervivencia, su adaptación, su persistencia y sobretodo su profesionalidad a la hora de seguir con un Steve que sigue mandando en escena y un Bruce que lejos de perder facultades rejuvenece con los años tanto física como vocalmente. Y sobretodo que su show sigue haciendo vibrar a quienes vayan a verlos.

QUE RABIA VERLOS EN UN ESTADIO EN ESPAÑA TAN TARDE, justo ahora que sabemos que su longevidad como banda está en la antesala del ocaso, pero que BENDICIÓN VERLOS EN UN ESTADIO EN ESPAÑA cuando todavía siguen reinando el olimpo del Heavy Metal mundial. Por fin IRON MAIDEN han llegado a llenar un estadio en un país donde muchos no pensábamos que lo harían jamás, aunque lo deseáramos con todas nuestras fuerzas. Quizás ha sido un premio a su fidelidad por visitarnos gira tras gira, o quizás nuestra ciega pasión por aquellos que nunca nos abandonaron musicalmente gira tras gira.

UP THE IRONS!

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