Es difícil de creer, pero la música neoclásica, muy popular en la escena negra, también se remonta al post-punk. Si se escucha la música de las Venomettes, por ejemplo, que surgieron en el ambiente post-punk a mediados de los 80, se pueden oír instrumentos clásicos y voces de ópera. Miembros de las Venomettes también formaron parte de conocidos grupos post-punk como Siouxsie and the Banshees o The Virgin Prunes. Cuando la banda In The Nursery publicó su álbum Stormhorse a finales de los 80, nació el género neoclásico en la escena negra. Al mismo tiempo, Dead Can Dance también subió al escenario con instrumentos clásicos. Otros representantes son Ophelia's Dream, Arcana, Dark Sanctuary y Love Is Colder Than Death.
El género de la música neoclásica se caracteriza por las voces operísticas -predominantemente femeninas- y el uso de instrumentos clásicos. Pero no tiene por qué ser necesariamente música clásica en el verdadero sentido de la palabra. También se utilizan sintetizadores o efectos sonoros como campanas o samples. También se experimenta, por ejemplo, con instrumentos de percusión africanos, didgeridoos australianos o instrumentos de cuerda asiáticos. La imaginación musical no tiene límites. De vez en cuando se hace patente la vecindad con el ritual o el dark ambient. En el escenario, las bandas neoclásicas ofrecen a menudo un ambiente que recuerda a una visita a la ópera.
